Todo se ha invertido. En un abrir y cerrar de ojos nuestros cimientos se tambalean y nos encontramos con la necesidad de reformular y reconstruir todo aquello que sabíamos o que dábamos por hecho.
El pasado 23 de abril, al menos 35 personas celebramos los 100 años de mi abuela conectados por ZOOM desde 7 ciudades Las Vegas, Washington, Boston, Mérida, Celaya, Querétaro y CDMX.
Durante la pandemia, algunos experimentamos que nuestra vida social se disparó. De pronto se nos empalmaban reuniones virtuales por ZOOM o PARTY HOUSE con amigos que no veíamos décadas. Claro esta, en tanto no fueras Millenial. En estos tiempos la palabra viral adquiere doble connotación: éxito o catástrofe. Lo que nos alejaba nos acercó, pero, a su vez la cercanía nos puede aniquilar; y nuestros traslados de 2 horas a la oficina, se tornaron en paseos de 2 segundos a la sala. De la fama a la infamia en un instante; de celebridad a villano, de mendigo a millonario, de payaso a presidente.
Las Redes Sociales otorgaron al pueblo el gran poder antes estaba conferido exclusivamente a los Medios de Comunicación. Gobiernos, políticos, periodistas, celebridades… todos a la merced de la opinión pública en los juzgados de las Redes Sociales.
Hace dos décadas, tomar imágenes aéreas consistía en un helicóptero sobrevolando la zona para poder obtener imágenes, lo cual resultaba altamente costoso. Esto cambió en 2005 con Google Earth te ofrece estas imágenes con un click y sin inversión alguna. Hace unos 5 años se popularizó el uso de Drones poniendo al alcance de cualquiera la fotografía aérea tanto para imágenes como para videos de ensueño.
Hace una década la creación de imágenes o videos consistía en tomar fotografías o hacer grabaciones para luego editarlas para su publicación. Hoy en día nada de esto es necesario ya que los paradigmas han cambiado. Existen bancos de imágenes, música y videos en los cuales encontramos material audiovisual gratuito a nuestra disposición. De esta forma el trabajo se aliviana y toma menos tiempo ya que no es necesario empezar de cero, con lo cual todo es más rápido y más económico.
A las 3 B (bueno, bonito y barato) se le suma la R de rápido mediante la contratación de profesionistas independientes. En una gestión sencilla podemos someter a concurso un logotipo o un diseño publicitario ante cientos de especialistas de cualquier parte del mundo. Con plataformas como fiverr.com o freelancer.com de un día para otro, puedes obtener lo que requieres chateando mediante un traductor virtual, con un profesionista al otro lado del mundo y pagando con tarjeta de crédito.
Hace una década traducir un texto implicaba tiempo y esfuerzo en buscar un profesional adecuado que cumpliera con los requisitos y trabajara con ese idioma específico, hoy en día hay cientos de agencias de traducción que trabajan a la velocidad de la luz incluso con idiomas que ni siquiera sabías que existían y a precios muy competitivos.
Incluso cualquier persona con un smart phone puede diseñar, publicar, fotografiar, filmar o transmitir en vivo para todo el mundo y a su vez ganar dinero por sacarse fotos cotidianas y por por recomendar un lugar o un producto.
En la actualidad pasamos más tiempo en las redes sociales que en la TV y disponemos de sofisticadas herramientas de audio, video y realidad virtual. Podemos hacer transmisiones en vivo que sólo el emporio televisivo o una agencia gubernamental habría soñado tener poco tiempo atrás, y lo tenemos gratis. Como resultado, el umbral de atención es de escasos segundos y luego todo se vuelve obsoleto. Los plataformas de Redes Sociales y publicidad buscan ser intuitivas y fáciles de usar para cualquier usuario; o por lo menos esa era la intención original. Lo cierto es que hoy son tan poderosas como complejas.
Sabemos que que “una imagen dice mas que mil palabras”, pero es un #hashtag el que nos da el alcance
Hace una década, la Investigación de Mercados y el «Data Mining» o minería de datos para segmentar y dirigir campañas publicitarias por Correo Directo, o el CRM Costumer Relationship Management eran ciencias sofisticadas para administrar. Ahora la gente publica su información más íntima en las redes y abre las puertas de su casa a conocidos y desconocidos, mostrando fotos de sus hijos, sus preferencias, sus opiniones, sus valores… tan solo por las endorfinas que genera un “Me Gusta” y la fugaz sensación de sentirse conectados. Estamos completamente expuestos. De esta forma, la información está disponible y la costosísima investigación de mercado que los mercadólogos debían realizar hoy ya no es necesaria, lo cual permite que hagan su trabajo de forma más fácil y rápida.
En este contexto actual, ¿cuál es el aporte que podemos hacer las agencias de publicidad, los mercadólogos, los fotógrafos y los realizadores de video?
El Marketing Digital es multidisciplinario. Un consultor, un mercadólogo, un community manager o un webmaster será capaz de dar valor en tanto pueda ser un intérprete o traductor entre su especialidad y su «no especialidad». Hay otra manera de plantearlo: un interprete de idiomas tiene que manejar ambos idiomas a profundidad, mas allá del sentido literal. El sentido literal lo da un traductor automático que va a traducir «Guerrero» y «Nuevo León» como «Warrior» o «New Lion», haciendo referencia al reciente ridículo del sitio web «Visit México«.
Lo mismo pasa entre la tecnología y la estrategia de comunicación. Un especialista de Marketing Digital debe dominar tanto la estrategia de comunicación como los aspectos técnicos de las plataformas; debe saber escribir, redactar, diseñar, debe estar al tanto de aspectos éticos, legales, culturales y morales del contexto en el que se desenvuelve. Y además de todo, debe comprender algunos aspectos básicos de programación y tecnologías de información.
Dejar su estrategia o gestión de Marketing Digital en manos inexpertas, puede ser algo que lamente y que lejos de aportar, sea contraproducente.